Tengo que admitir que realmente no tenía muchas ganas de ver "La Nana Mágica", de modo que entré al cine con gran pereza, esperando perder miserablemente hora y media. Pero cuando en los primeros minutos vi un hilarante chiste centrado en el canibalismo de los niños protagonistas, me di cuenta de que "La Nana Mágica" no sería una cinta infantil convencional.
Lejos de ello, la película combina diestramente el esperado mensaje moral con un subversivo sentido del humor y actuaciones competentes que levantan la película de su magro nicho infantil y la transforman en genuino cine familiar, donde hay algo interesante o divertido para todas las edades.
Al principio de "La Nana Mágica" conocemos a la familia Brown. El reciente fallecimiento de la madre ha dejado al Sr. Brown (Colin Firth) luchando por mantener a sus siete rijosos hijos, que han ahuyentado ya a todas las niñeras disponibles. Y con la amenaza de perder su casa si no encuentra pronto otra esposa, el Sr. Brown está desesperado... hasta que mágicamente llega la Nana McPhee (Emma Thompson) para encargarse de los niños y enseñarles valiosas lecciones que no sólo los harán más civilizados, sino que incluso podrían ayudar en la crisis de su agobiado padre.
No he leído los libros en los que se basa la película (la serie de "Nurse Matilde", escrita por Christianna Brand), pero la adaptación que realizó Emma Thompson (trabajando esta vez como actriz y como guionista) presenta una rara combinación de humor sofisticado con slapstick y comedia infantil que genuinamente complementa la historia. Los actores infantiles son totalmente creíbles (aunque, dado su número, algunos se pierden en la algarabía), y el elenco adulto realiza su trabajo con seriedad y profesionalismo, sin confiarse demasiado por estar en una "película para niños".
Cierto, la trama de "La Nana Mágica" adolece también de algunos de los vicios de los cuentos de hadas tradicionales: la madre ausente, la equivalencia automática de belleza con bondad y la crítica implícita hacia todos los que sean "diferentes". No obstante (y quizás para reducir su culpa), al mismo tiempo se burla de sus propias fórmulas, denunciando los clichés del género y, hasta cierto punto, buscando un giro divertido o ingenioso en ellos.
No estoy diciendo que "La Nana Mágica" sea una gran obra del cine moderno, pero en el populoso mercado de películas infantiles (repletas de basura animada y predecible humor "pop"), representa un cambio muy agradecido, realizado por cineastas talentosos con auténtica visión, y no por mercadólogos y contadores deseosos de sinergia corporativa y maximización de utilidades.
Entonces, con canibalismo, cadáveres, sugestiones de incesto y un burro con sombrero, "La Nana Mágica" es el tipo de cinta que no menosprecia a su audiencia familiar, y que ofrece entretenimiento en muchos niveles. Para los niños hay abundante diversión y buenas lecciones morales; para los adultos están las excelentes actuaciones de Colin Firth, Emma Thompson, Imelda Staunton ("¡Lo tengo por escrito!") y Angela Lansbury. Podrá ser predecible y demasiado simple, pero el guión está muy bien estructurado y la dirección de Kirk Jones guía la cinta con energía y humor. Definitivamente recomendable para familias con hijos pequeños y una muy buena alternativa a las tediosas cintas recientes de Disney. Sin embargo, al no tener una enorme campaña publicitaria, sospecho que esta honorable cinta se quedará en la oscuridad, mientras basura como "Ice Age 2" triunfa en taquilla... al mismo tiempo que corrompe la mente de los niños.
Fuente: Pablo de Moral de cinencanto.com
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